Llegar a Life generaba mucha inquietud, ganas de saber qué era lo que pasaba con la gente que pasaba por estos procesos, era como si algo mágico les pasara y mostraban evidentes cambios frente a su visión de la vida.
Llegué definitivamente temerosa y expectante, con muchas ganas de entregar todo de mí para que pudiera recibir en la medida en que yo daba y así fue y más.
Encontré primero un grupo humano de primera, que me han prestado un incomparable apoyo y amor, mi gratitud para ellos será eterna, un equipo con el que viví el taller por primera vez en quienes he visto un rediseño espectacular, y encontré mucho para mi vida.
Pero principalmente la posibilidad de ver desde otro punto de vista todo lo que ocurre en mi vida, a mi alrededor y a las demás personas verlas con amor, en su grandeza, me enseñó a confiar en las personas y a creer que el mundo.
Saber identificar lo que me funciona o no en la vida, rediseñarme y saber vivir. No soy definitivamente la misma persona que ingresó al proceso, en el sentido que ya no puedo dejar de “ver” lo que ocurre a mi alrededor y en mi interior.
Me enseñó a ser un ser humano capaz de generar en mi vida lo que yo quiera generar, que viviendo con el corazón en la mano se puede llegar a hacer un mundo mejor que de ninguna manera vale la pena conformarse con Ser o Tener o Hacer menos de lo que nuestro corazón desea. Vivir la vida sin desperdiciar el valioso tiempo que Dios nos ha dado, disfrutarla es importante y necesario.Que podemos reinventar a cada momento, momentos nuevos y plenos en nuestra vida, que sólo es cuestión de proponérnoslo y ponerle ganas, amor, entrega y pasión a todo lo que hacemos.Estoy muy feliz por el nuevo mundo que se abrió para mi a raíz de este proceso.
Patricia Morales – Lima 40
Psicóloga
