Todavía me acuerdo el primer día. Cuando entraba a ese salón con música y con caras que realmente no conocía. Me acuerdo de mi mamá en ese momento sonriéndome y haciéndome adiós y yo no tenía ni idea de adónde iba. Poco a poco fui descubriendo que ese salón era confianza, amor y honestidad, y que yo podía sacar todo eso al mundo exterior.Bueno, y comenzó el básico, me fui dando cuenta de que no tendría por qué esconder nada, que tenía que botar todo, arriesgarme, hablar desde el corazón y confiar en todas las personas que me rodeaban esos días.Luego vino el avanzado, estaba muy nerviosa, no sabía qué iba a pasar ahí adentro, pero me arriesgué y nunca me voy a arrepentir de eso.
Yo sé que el avanzado es fuerte pero es lindo, te das cuenta en verdad de todo lo que vales.
En verdad, esta es la mejor experiencia de toda mi vida, y sé que si más personas se unen a este taller, el mundo va a cambiar para bien.Gracias a todos por el momento tan especial que me hicieron sentir. Los quiero mucho.
Denise Segovia – Lima 12
